Cuando te planteas comprar o alquilar una vivienda hay ciertos procedimientos que debes tener en cuenta, ¿verdad? Contratos, plazos, pagos, garantías… En definitiva, documentos que sirvan como sello de las condiciones del acuerdo. 

Un caso que plantea ciertas dudas y de forma recurrente entre compradores, arrendatarios o inquilinos es la responsabilidad del certificado energético en edificios, ya que es un trámite obligatorio para una transacción inmobiliaria. Por ello, te contamos qué es esta cualificación energética y cómo se consigue.

Qué es el certificado energético: la etiqueta que necesita tu vivienda

Lo primero es saber que el certificado energético en edificios es un documento oficial que acredita la información sobre las características energéticas de una vivienda. 

La eficiencia energética se calcula averiguando el gasto de energía que requiere una vivienda en condiciones de uso normales, es decir, en el día a día. Se tienen en cuenta desde electrodomésticos hasta calefacción, iluminación… A través del cálculo del consumo anual se expide el certificado energético y se asigna una etiqueta energética.

El certificado energético no determina si una vivienda es “apta o no apta” sino que tiene una escala de eficiencia energética que va del A a la G. Si tu vivienda se encuentra entre la A y la C, tu edificio es eficiente; conforme se acerca a la G, tu edificio es menos eficiente.

Desde junio de 2013, la obtención del certificado energético es un trámite obligatorio para llevar a cabo cualquier transacción inmobiliaria, es decir, si quieres alquilar o vender tu piso, antes necesitarás tener la etiqueta energética correspondiente.

Cómo conseguir el certificado energético: paso a paso

Al tratarse de un documento oficial, cualquier persona no puede otorgar a una vivienda el certificado energético, sino que tiene que ser un informe expedido por un técnico acreditado para esa labor, como, por ejemplo, arquitectos, aparejadores, técnicos… Por ello, un primer paso para obtenerlo es ponerte en contacto con un certificador autorizado.

El técnico acudirá a la vivienda y realizará un estudio sobre todos los factores que influyen, como, por ejemplo, qué materiales se han utilizado para hacer tu fachada, la orientación de la casa o incluso si dispone de toldo. Tras ello, realizará el informe a través de una plataforma oficial informática y tendrás que acudir al registro de certificados de eficiencia energética de tu comunidad autónoma, donde te entregarán la etiqueta energética.

Cabe destacar que disponer de un certificado energético en un edificio también es una ventaja competitiva (en el caso de que la etiqueta energética sea favorable) a la hora de arrendar o vender una vivienda, y no es únicamente un trámite obligatorio. 

Además, si estás pensando en llevar a cabo algunos cambios en la vivienda para que ésta sea más eficiente, una técnica es el autoconsumo eléctrico: convertir espacios comunes de una vivienda en zonas destinadas a paneles solares.

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