En 1854 Elisha Graves Otis presentó en la Feria Internacional de Nueva York el ascensor seguro y demostró a los asistentes como incluso cortando las cuerdas de suspensión, el mecanismo de seguridad que inventó detenía el aparato sin ocasionar mayores incidencias. Este invento supuso que el futuro de la arquitectura y el desarrollo de las ciudades se viera ampliamente modificado dando lugar a la aparición de los rascacielos: edificios de mucha altura. 

 

La tecnología Otis está presente en los edificios más emblemáticos del mundo: 

 

 

Probablemente el Empire State Building es el rascacielos más famoso del mundo. Y es que durante más de 40 años, desde 1931 a 1972, se coronó como el edificio más alto del planeta y se convirtió en uno de los iconos más populares de la ciudad de Nueva York. 

La tecnología Otis se utilizó en los 68 ascensores del edificio que permitían realizar más de 85.000 trayectos diarios. 

Años más tarde, en 2011, Otis formó parte también de la modernización del edificio y trabajó en instalar nuevos ascensores Gen2 con tecnología más rápida, ágil y silenciosa. 

 

 

La complejidad del diseño de la torre hizo que Gustave Eiffel confiara a Otis la instalación de los ascensores. De esta manera, en 1889 se inauguró la estructura con 9 ascensores Otis que funcionaban a la perfección acomodados a la singular curvatura de los pilares. Actualmente la Torre Eiffel sigue siendo uno de los monumentos más visitados del mundo y sus ascensores, el lugar ideal desde el que disfrutar de las vistas de la ciudad de París mientras se asciende o desciende de la cima a una velocidad de 1,8 metros por segundo.  

 

 

Shángai cuenta algunos de los rascacielos más altos del mundo y el Shangái World Financial Center, con 492 metros de altura, se sitúa en el Top Ten de la lista mundial. Este edificio inaugurado en el año 2008 cuenta con 8 ascensores con tecnología Gen2 y 32 escaleras mecánicas Otis y supuso todo un desafío para nuestros ingenieros que consiguieron superar exitosamente ajustes muy complejos. 

 

 

Las Torres Petronas, inauguradas en el año 1999 en la capital de Malasia, forman parte de la lista de desafíos más importantes que Otis ha enfrentado. La arquitectura delgada de sus torres hizo que los ingenieros tuvieran que idear un nuevo sistema capaz de albergar ascensores de dos pisos que permitieran reducir la cantidad de cajas. En total, el edificio cuenta con 58 ascensores de dos pisos, 18 ascensores individuales y 29 escaleras mecánicas.

 

 

Es el edificio más alto del mundo en la actualidad. El Burj Khalifa, construido en la ciudad de Dubái, es la obra de ingeniería más ambiciosa de los últimos años y, como no, Otis ha formado parte del proyecto dotando al edificio de las soluciones de movilidad vertical más vanguardistas. 65 ascensores y 8 escaleras mecánicas Otis funcionan cada día a pleno rendimiento para dar servicio a los usuarios del edificio que se benefician de una tecnología avanzada. Y es que, los ascensores de doble cabina que Otis instaló en el edificio viajan a 10 metros por segundo y permiten ascender a a las plataformas de observación en tan solo 1 minuto.  

 

En Otis lideramos la industria de la elevación vertical desde sus orígenes y continuamos estando a la vanguardia gracias a nuestra visión de futuro y nuestra tecnología avanzada.