El arquitecto alemán Ludwig Mies van der Rohe afirmó que: “La arquitectura es la voluntad de la época traducida a espacio” y con esta máxima se han ido desarrollando las últimas corrientes arquitectónicas que pretenden definir y adaptarse a las inquietudes de la sociedad actual.

 

 

La sociedad actual tiene una mentalidad más abierta, más flexible y llevaba tiempo demandando una arquitectura que se adaptara a este requisito. Por este motivo la arquitectura moderna acoge a un tipo de construcción en auge: la arquitectura modular. Estos diseños se caracterizan por no establecer límites y otorgar más protagonismo de definición a los usuarios a los que, además, ofrece la posibilidad de personalizar el producto final. Esta flexibilidad también se ve reflejada en los detalles que se integran en un edificio y que hacen que la construcción pueda estar destinada a diferentes usos.

 

 

Desde los inicios del cine se viene especulando con un futuro arquitectónico plagado de edificios poco convencionales y finalmente parece que estas construcciones han llegado para establecerse como la nueva tendencia de este siglo. Los diseños ultra modernos destacan por sus líneas curvas, su sensación de movimiento y su integración en el paisaje llegando a simular, en ocasiones, decorados de películas de ciencia ficción.

 

 

Las nuevas tecnologías están dotando a la arquitectura moderna de posibilidades infinitas y sus bondades ya se ven reflejadas en los edificios más vanguardistas. En especial, la tecnología de la impresión en 3D es la que se está integrando en el sector con más fuerza para crear materiales y elementos decorativos con un sello de identidad muy característico que, sin duda, está definiendo la arquitectura de esta época.

 

 

La arquitectura sostenible es, sin duda, la tendencia más relevante de los últimos tiempos dado su papel fundamental en el desarrollo del planeta. La sociedad está cada vez más comprometida con el medio ambiente y la arquitectura es uno de los medios más potentes con el que conseguir reducir el impacto ambiental sobre el planeta. De esta forma, la arquitectura moderna está centrando sus labores en elaborar edificios sostenibles que se sustenten con menos recursos y que aporten mayor eficiencia energética a sus usuarios. 

Además, la Unión Europea ha activado un objetivo por el que los edificios de nueva construcción deberán ser de gasto energético nulo para el año 2021. Sin lugar a dudas, la sostenibilidad es la tendencia más necesaria y urgente de todas.